El objeto prioritario de la Huelga General del 29M es fundamentalmente la defensa de los derechos de los trabajadores ante el mayor ataque de toda la etapa de la democracia. La Contrarreforma Laboral del PP pretende eliminar de un solo golpe la mayoría de los derechos conseguidos por los trabajadores durante las décadas de vida democrática y dejarlos en una situación de plena indefensión ante los deseos e intereses empresariales.
La Contrarreforma Laboral significa acabar también con más de treinta años de práctica de concertación social y liquidar en gran medida el papel de la negociación colectiva que ha sido el pilar básico de las relaciones laborales en este país. Se pretende ir hacia una relación individualizada del trabajador con el empresario sin tener en cuenta la desigualdad radical de la relación. Es por ello que la Contrarreforma Laboral quiere ser también un ataque en toda la línea de flotación del instrumento que tienen los trabajadores para defender sus intereses colectivos.
Por todas estas razones es evidente que la Huelga General del 29M convocada por CCOO y UGT está plenamente justificada.
Pero esta Huelga General, al margen de las razones básicas expuestas anteriormente, tiene muchas más para darle apoyo. La Huelga General es una oportunidad para oponerse a la profunda involución social que está llevando a cabo con una clara y decidida voluntad política el PP.
Esta involución no se da sólo en los ámbitos económicos, donde se aplica una profunda política de recortes del estado social del bienestar, bajo la excusa de la crisis, y que tendrá su plasmación definitiva en los Presupuestos del Estado que el Gobierno de Rajoy aprobará el día 30 de marzo, una vez realizadas las elecciones autonómicas en Andalucía y Asturias del domingo 25.
La mayoría absoluta y la hegemonía ideológica de derechas del PP quieren provocar un vuelco radical en la realidad política, social y cultural del conjunto de la sociedad. Para conseguirlo efectúa una serie de contrarreformas que nos sitúan en una realidad más propia de los tiempos de la predemocracia. Es evidente que la derecha más extrema de este país, escondida los primeros años de la democracia, que comenzó a salir del escondite en el tiempo del segundo gobierno Aznar, ahora considera que ha llegado su momento y nos quiere sumergir en el túnel del tiempo, intentando que sólo esta visión, profundamente reaccionaria, sea presentada como la única visión de la realidad.
No hay duda de que la Huelga General del 29M se da en un contexto especialmente difícil para el movimiento sindical. En una situación de una importante crisis económica, con unos máximos de paro, con una derecha que gobierna con mayorías absolutas en todo el estado, con unos medios de comunicación mayoritariamente contrarios y con ningún medio a favor. Con un débil acompañamiento político nítido de las izquierdas realmente existentes, las minoritarias, con un PSOE en plena situación de desarme ideológico y en un total descrédito político. En una situación donde entre los trabajadores existe una profunda sensación de miedo derivada del pleno dominio de la derecha. Es por ello que la propuesta sindical debe ser más valorada ya que significa la voluntad de enfrentarse con el injusto poder dominante a pesar de la dificultad de la confrontación.
La Huelga General del 29M se presenta como algo más importante que una acción contundente de la clase trabajadora, es también la oportunidad para visualizar una respuesta social ante unas políticas socialmente injustas y contra la profunda involución social que se pretende imponer.
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