Los pasados días 25 y 26 de junio se celebró en el Ayuntamiento de Leganés el último “debate sobre el estado de la ciudad” de la legislatura que se agota. Una legislatura que se agota no solo temporalmente, sino políticamente. Este debate anual, donde en teoría el gobierno debe rendir cuentas ante el Pleno y la oposición debe fiscalizar su actuación y proponer alternativas, culmina una legislatura protagonizada por un gobierno en absoluta minoría que actúa como si tuviese mayoría absoluta mientras su oposición se encierra por deseo propio en la inacción y la impotencia. Una legislatura donde por primera y última vez en mucho tiempo en nuestra ciudad, el PP ha demostrado lo que es: una palanca para desviar bienes comunes y riqueza pública a pocas manos privadas, una organización formada por personas completamente ajenas a la realidad social y una agencia de colocación de minoritarios intereses. Si alguien quiere un ejemplo de lo que significa la palabra “casta” no tiene más que repasar la gestión de este gobierno municipal: individuos que llegan al poder político para rendirlo al servicio de la “mafia” empresarial con la que están conectados y que por ahora domina y está destruyendo este país.

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