El PSOE, al igual que el PP, sigue manteniendo la misma política que la derecha estatal y la efímera derecha local que gobernó nefastamente durante cuatro largos años la ciudad. Sigue el mismo ritmo y aplica los mismos parámetros económicos que la derecha. Parece que no han aprendido de lo que les manifestaron las urnas en mayo del presente año. Asume la política fiscal del PP de favorecer a los bancos y empresarios en detrimento de los ciudadanos y de hacer recaer su política fiscal solamente sobre la población, como se demuestra en las ordenanzas municipales para 2016 que ha presentado. No ha puesto en entredicho el Plan Económico Financiero que elaboró el nefasto alcalde Jesús Gómez (PP), ni piensa modificarlo para incorporar criterios más equitativos y progresistas. En definitiva. Más de lo mismo, pero con tinte “progresista” por las siglas nada más, porque la realidad esconde otras directrices fiscales regresivas y perjudiciales para el conjunto de la población.

Los empresarios del sector secundario y de los servicios en general y, en particular, los concesionarios del polígono del automóvil, empresarios del transporte, la empresa Martín de autobuses, autoescuelas, las empresas de alquiler de automóviles, Coca-Cola, los hosteleros de la ciudad y los bancos, junto con los constructores son los beneficiados por las ordenanzas municipales presentadas por el PSOE. Por el contrario, los ciudadanos en general, en su condición de propietarios de una vivienda, como usuarios de las actividades culturales que ofrece el ayuntamiento, como demandantes de las instalaciones deportivas de la ciudad y cualquier vecino que necesite un documento administrativo municipal, serán los que soporten la subida de impuestos propuesta por el PSOE para el año 2016.

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